Domingo de la Divina Misericordia

«Es importante que acojamos íntegramente el mensaje que nos transmite la palabra de Dios en este segundo domingo de Pascua, que a partir de ahora en toda la Iglesia se designará con el nombre de DOMINGO DE LA DIVINA MISERCORDIA. A través de las diversas lecturas, la liturgia parece trazar el camino de la misericordia que, a la vez que reconstruye la relación de cada uno con Dios, suscita también entre los hombres nuevas relaciones de solidaridad fraterna».1San Juan Pablo II, Homilía del 30 de abril del 2000 (punto 4), en la canonización de Santa Faustina Kowalska, apóstol de la Misericordia.

Con estas palabras, desde el año 2000, designó el Sucesor de Pedro al II Domingo de Pascua, en respuesta a la petición que Jesús mismo le hizo a Santa Faustina Kowalska:

«Deseo que la Fiesta de la Misericordia sea refugio y amparo para todas las almas, especialmente para los pobres pecadores. En ese día se abrirán las puertas de Mi Misericordia. Derramo todo un mar de gracias sobre las almas que se acercan a la fuente de Mi Misericordia. El alma que se confiese y reciba la Santa Comunión obtendrá el perdón total de las culpas y de las penas. En ese día están abiertas todas las compuertas divinas a través de las cuales fluyen las gracias. Que ningún alma tema acercarse a Mi, aunque sus pecados sean como escarlata. […] Esta fiesta, nacida de lo íntimo de Mi Misericordia, queda confirmada en sus profundidades. […] Hija Mía, di que esta fiesta ha brotado de las entrañas de Mi Misericordia para el consuelo del mundo entero» (Diario 699, 420, 1517).

El Padre Jorge, nuestro párroco, en su homilía de hoy nos hablaba del origen de la palabra «misericordia» (corazón mísero), y nos señalaba cómo Dios Padre «desea la miseria de nuestro corazón y, para ello, ha enviado a su Hijo al mundo, haciéndole carne, para nuestra salvación. Para darnos Su Vida».

Nuestro Párroco además, ha señalado como un hecho concreto de cómo la Misericordia de Dios se hace carne en nuestras vidas, en el hecho de que la Parroquia, a través del grupo carismático Nuestra Señora de Fátima, «mirando mi corazón, mirando tu corazón, mirando la necesidad que tenemos, nos va a regalar durante varios lunes un Seminario de Vida en el Espíritu Santo, porque tú y yo necesitamos realmente que tu corazón y el mío sean sanados»; y, para ello, «nos regala lo más grande: a su Hijo Jesucristo y su propio Espíritu».

Con estas palabras, introducía el padre a una feligrés de la Parroquia, Esperanza Navidades, que ha dado testimonio de la acción de Dios en su vida a través del encuentro que tuvo con Jesucristo por medio de este Seminario de Vida. Una mujer que «no es mejor que tú y que yo, pero que ha tenido experiencia del amor de Dios en su vida y, por eso, viene hoy aquí, a contárnoslo».

«Dios te ama, verdadera y personalmente», comenzaba nuestra hermana diciendo. «Jesús resucitó, está vivo hoy y siempre. El Espíritu Santo, especialmente presente en la Iglesia, y que vive en nosotros por el bautismo, nos da una vida nueva, nos consuela y salva de todas las heridas que el pecado y la vida nos producen». «Cuando el Espíritu Santo entra en nuestras vidas, por pura gracia de Dios, todo lo transforma», nos asegura nuestra hermana, «seguiremos siendo los mismos, teniendo sufrimientos… pero lo viviremos de forma diferente, porque el Señor está con nosotros».

«Hace ya un tiempo que yo escuché también este anuncio de un Seminario de Vida en el Espíritu que ahora va a comenzar de nuevo. En ese momento, estaba pasando por una de las etapas más difíciles de mi vida. Le pedí al Señor que me ayudará porque, por mí misma, no era capaz de seguir adelante. Os puedo asegurar que el Señor no me ha defraudado. Desde ese momento, he podido comprobar como el Señor ha actuado en mi vida, fortaleciendo mi fe y haciéndome más fuerte ante las dificultades: ÉL ES QUIEN ME SOSTIENE. Por esto y por lo que el Señor está haciendo en mi vida y puede hacer también en la vuestra, quiero invitaros a venir a este Seminario de Vida en el Espíritu que comienza mañana Lunes, día 12 de abril, después de la misa de 19:30 (al rededor de las 20:00). Muchas gracias».

Podéis encontrar más información en: https://nsrfatima.com/?p=1386 o ver el vídeo testimonial que nuestros hermanos carismáticos han preparado y que tenemos subido a nuestro canal de YouTube: https://youtu.be/9j3yGEJhj4k

Que el Señor os bendiga a todos y, en este día tan especial, os rodee y convenza profundamente de su absoluta misericordia por cada uno de nosotros.

¡Feliz Domingo Fiesta de la Misericordia!

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