La Virgen María le dijo a Kiko Argüello: «Hay que hacer comunidades cristianas, como la Sagrada Familia de Nazaret, que vivan en sencillez, humildad y alabanza. El otro es Cristo».

El Camino Neocatecumenal es «un itinerario de formación católica válida para la sociedad y para los tiempos de hoy»1Estatuto del Camino Neocatecumenal, artículo 1; cf San Juan Pablo II, Carta Ogniqualvolta, del 30 de Agosto de 1990) «al servicio del Obispo Diocesano como una de las modalidades de realización diocesana de la iniciación cristiana y de la educación permanente en la fe»2Ibid., artículo 2. El cual es vivido en pequeñas comunidades, en el seno de la Parroquia, constituidas por personas de diversa edad y condición social.

El fin último de la Comunidad es llevar gradualmente a los fieles a una profunda intimidad con Jesucristo y a ser personas activas en la Iglesia, testigos creíbles de la Buena Noticia del Salvador. Para ello, su sustento es el trípode de la Vida Cristiana: “Palabra de Dios – Liturgia – Comunidad”, que los lleva a vivir como hermanos en Cristo y personas adultas en la fe, por medio de la comunión fraterna. Para ello, cada comunidad se reúne, entre semana, para celebrar la Palabra y los sábados (vísperas del Domingo), la Eucaristía. Además, un domingo al mes, tienen una Convivencia, donde comparten su experiencia de encuentro con Jesucristo Resucitado y de cómo éste les sostiene en su vida personal, no como una simple entelequia (algo ilusorio o meramente intelectual), sino mediante una sincera relación personal con el Señor. De esta forma, los hermanos comparten su fe y se ayudan unos a otros.

En nuestra Parroquia, el Camino Neocatecumenal fue implantado hace más de 40 años. En la actualidad, existen existen seis comunidades, con más de 200 hermanos en total, que reviven su bautismo por etapas y ponen al servicio de la Parroquia y de la Nueva Evangelización aquellos dones y bienes que el Señor va sembrando en ellos.