La Renovación Carismática «es una corriente espiritual y acontecimiento de gracia […] suscitado por el Espíritu Santo»[mfn]Estatuto de la Renovación Carismática Católica en España, Preámbulo. Año 2004.[/mfn] que hunde sus raíces en el Nuevo Pentecostés, deseado y profetizado por el Papa San Juan XXIII para toda la Iglesia a través del Concilio Vaticano II; y que busca renovar la fuerza y vivencia de los sacramentos de la Iniciación Cristiana, actualizando en los hermanos la experiencia del Primer Pentecostés y revitalizando los carismas, ordinarios y extraordinarios, que Él ha entregado a Su Iglesia.
Esto se realiza tradicionalmente, por medio de la experiencia del «Bautismo en el Espíritu Santo», una fuerte y ungida oración de efusión espiritual, precedida normalmente por un tiempo previo de evangelización conocido como «Seminario de las Siete Semanas» (o «Seminario de vida en el Espíritu»). De esta manera, Pentecostés sale de la letra de las páginas bíblicas, convirtiéndose en una experiencia, real, profunda y personal, de encuentro con el Espíritu de Cristo, que convierte al hermano en testigo fiel de Su acción, fuerza y poder, sabiendo que: «Jesucristo es el mismo, ayer, hoy y para siempre»[mfn]Hebreos 13, 8.[/mfn].
Esta experiencia es, según las palabras proféticas del Sucesor de Pedro, para toda la Iglesia (independientemente de la realidad o movimiento al que se pertenezca). No obstante, los hermanos que libremente lo desean, forman en la Parroquia un grupo o comunidad de oración que, a imitación del primer cenáculo, persevera «en la oración con un mismo espíritu, en compañía […] de María, la madre de Jesús y sus hermanos»[mfn]Hechos de los apósoles 1, 14[/mfn]; procura dar testimonio «con poder de la Resurrección del Señor Jesús»[mfn]Ibíd. 4, 33[/mfn] y se mantiene a la escucha de lo que el Espíritu Santo desee hacer.
En nuestra Parroquia, desde hace más de 40 años, existe un grupo de oración carismático, al amparo del Estatuto de la Renovación Carismática Católica en España (RCCE), que se reúne todos los Lunes en los salones parroquiales, entre las 19 y las 21 horas. A estas reuniones de oración, pueden acudir y acuden muchos más hermanos de la Parroquia (incluso de otras realidades eclesiales), para orar con nosotros, celebrar y adorar al Señor por medio de su Espíritu Santo.