4 de junio: Santa Noemí y Santa Rut

«Hay que confesarlo, el linaje carnal de Jesús es aterrador. Pocos hombres, otros hombres, han tenido quizás tantos antepasados criminales, y tan criminales. Particularmente y carnalmente criminales. Es, en parte, lo que le da al misterio de la Encarnación todo su valor, toda su profundidad…»

Charles Peguy, Victor-Marie, Comte Hugo, 1911

El Antiguo Testamento ya conocéis lo divertido que es. No paran de ocurrir cosas.

De muchas únicamente sacamos ejemplillos de vida.

«Ay, qué bonita la historia de Jonás y la ballena, qué didáctica». Y nos quedamos tan contentos. Así somos.

Hoy vamos a ver una de ellas por medio de las dos santas que se conmemoran: Santa Noemí y Santa Rut.

Universidad Complutense de Madrid Departamento de Estudios hebreos y  arameos gseijas@ucm.es Atributos y formas de representació
Os presento a Noemí y a Rut, la una es la suegra de la otra, y su historia comienza en Moab

La Iglesia, en su sabiduría, reserva algunos días del calendario litúrgico a honrar a algunos de estos personajes porque, oye, la Alianza se hizo con todos ellos, a pesar suyo se podría decir, y está «sellada por Cristo» según la Carta a los Hebreos.

Con sus más y sus menos creyeron en las promesas y rezaron bien fuerte por la venida del Mesías. En definitiva, raro es que no nos sintamos identificados con alguno de ellos.

Luego hay una categoría a la que no todos acceden y es la de estar inscrito en la genealogía de Jesús. Es decir, formar parte del árbol genealógico de Cristo.

«Ah, ¿pero que tiene de eso Jesús?». Hombre, pues claro.

Genealogía de Jesús según San Mateo: la buena e indiscutible. Vaya Árbol de Jesé se marcó el miniaturista de la Biblia de los Capuchinos

Se lee todos los años en Adviento, lo que ocurre que ponemos el automático y solamente oímos una letanía de nombres raros que culminan en Jesús.

Lo que nos pasa casi seguro que inadvertido es el nombre de las mujeres que aparecen en ella. A parte de María, únicamente hay otras cuatro mujeres de las que aparece el nombre (de una de ellas ni eso), y parece que están escogidas con una intención.

La primera que aparece es Tamar. Tamar se ha casado con Er, hijo de Judá, pero por hacer algo que no voy a nombrar aquí cae fulminado por obra de Yavé. Tras eso se casa con otro hijo de Judá, Onán, que hace lo que todos estáis pensando y Yavé le deja moñeco enviándole una apoplejía. Judá ya no quiere darle otro hijo para que se case con Tamar porque, piensa, «vaya con esta», y entonces Tamar urde un plan: se hace pasar por prostituta disfrazándose para seducir a su suegro Judá y así engendrar un hijo. Pero no nace un hijo de aquello, sino dos, gemelos vaya. Uno de ellos, Peres, es el que sigue el linaje del Mesías.

Menuda era Tamar.

La segunda que aparece no es que se disfrace de prostituta sino que directamente lo es. Se trata de Rajab, vecina de Jericó, a la que le fue perdonada la vida por dar cobijo a los espías hebreos de Josué y que se casará con uno de ellos. Su hijo se llamará Booz.

De Booz vamos a hablar ahora, un poco más adelante.

De una tercera mujer ni siquiera se dice el nombre. Se la nombra como «la mujer de Urías». Pues bien, la mujer de Urías, que todos conocemos como Betsabé, engendró junto al rey David a Salomón, que continúa la saga hasta José, padre de Jesús.

La cuarta es Rut, que de Booz engendrará a Obed, que será el padre de Jesé, y a la vez abuelo del rey David.

Venga, coged aire: una que es una orgullosa capaz de todo por tener un hijo, la otra prostituta de lujo en el Jericó antiguo, la mujer de Urías engendra un rey de otro rey de una relación adúltera… Y Rut. Vamos a contar lo de Rut.

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Trascoro de la Catedral de León. En una de las escenas nos muestran aquí a Noemí y a Rut

Lo primero es que tiene libro propio en la Biblia. Se lee en un pispás (cuatro capitulillos) y básicamente cuenta su vida y la de su suegra Noemí.

¿Noemí era la madre de Booz? No.

¿Entonces que suegra ni que ochocuartos? Es que Rut había estado casada con un hijo de Noemí, cuando la familia de Noemí vivía en el país de Moab (en el extranjero, vamos: Moab era donde habían ido a parar los hijos producto del incesto de Lot con sus hijas, no era el mejor lugar del mundo para un hebreo).

¿Y que hace con su suegra? Pues es que Rut, moabita de pura cepa y por lo tanto de la raza maldita a más no poder, había decidido quedarse a acompañar a Noemí ya que esta también se había quedado viuda y sin hijos.

«…adonde tú vayas, iré yo, y donde tú mores, moraré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios»

¿Y dónde van? Pues a Belén porque el marido de Noemí era de allí y al menos tenían casa.

¿Y entonces Booz? Booz era un pariente rico de Noemí por parte de su marido. Un tío con tierras.

El Mar Muerto debe ver : Israël
Esto es y era Moab: un secarral que tiene como lugar más acogedor el Mar Muerto

El tema es que Rut comienza a trabajar en los campos y tierras de Booz. Es muy tímida y apenas se queda para sí los granos que se quedan al borde del camino.

A ver, esto era así por ley, que era moabita y pobre. ¿Qué más quería?

Un día Booz, al que le gustaba mucho echarse la siesta, se pasea por sus posesiones y ve a Rut.

«¿Quién es esa?» pregunta. «La nuera de Noemí, está aquí pues porque de algo tienen que comer» le contestan. «Desde hoy que coja lo que quiera de mis campos» zanja Booz.

Sí, lo estáis pensando. Booz se ha enamorado de Rut y no le sale otra que decirle que coja lo que quiera de sus campos, que tampoco está mal la frase si la pensamos bien.

Rut se lo cuenta a Noemí y Noemí, que es muy larga, ve que de este encuentro puede haber tema.

Marc Chagall, Ruth aux Pieds de Booz (Ruth At The Feet of Boaz), 1960 |  Matthews Gallery
Noemí le dice a Rut que aprovechando una de las siestas de Booz se eche a sus pies: esto, no me digáis por qué, debía ser símbolo de que se ofrecía a él. Booz se desvela y capta la indirecta. Por cierto, qué cuadro más maravilloso de Marc Chagall, Rut a los pies de Booz (1960). Un día vamos a hablar largo y tendido de Chagall

Tras el episodio de los pies, Booz busca la fórmula de casarse con una moabita que había estado casada con un hijo de un primo suyo y cuya mujer Noemí ha vuelto a Belén porque no tiene un currusco de pan que echarse a la boca.

Antes había sus tiempos y movidas para estas cosas.

Noemí le viene a decir que es un poco su deber, jope. «Que esta chica esté aquí no es casualidad, Booz, que podía haber hecho su vida en su tierra y se ha venido a cuidar de mí que soy una anciana y que sólo poseo lo poco que tenía mi marido en Belén…¡Un momento! ¿Y si de dote vendo eso y te lo entrego?».

Entonces Booz ve ahí un hilo de esperanza porque además está enamoraó hasta las trancas y ya tiene una edad. Así que así se casan Booz y Rut. Y engendran a Obed, que ya hemos comentado que será el abuelo del rey David.

Le repas des moissonneurs
Seguro que conocéis esta serie de cuadros de Millet que retrata la vida en el campo de los segadores. Lo que igual no sabéis es que están inspirados directamente en el libro de Rut.

Se ha querido ver en la persona de Rut la prefiguración de la Iglesia y en la de Booz (cuyo nombre significa «en él está la fuerza») a Cristo, lo que significaría que su unión simboliza la unión de Cristo con su Iglesia.

Pero eso Rut, Noemí o Booz no lo sabían.

Ya hemos visto de dónde es capaz Dios de sacar a su Mesías. Un poco de nuestra miseria, para qué vamos a engañarnos.

Pero es que esta miseria nuestra, para nuestra alegría, puede ser el trono de la misericordia. Continuación penosa pero también posible rescate.

2 comentarios

  1. Por favor escribe un libro y autoplublucac, yo te compro muchos.
    Sería genial para chavales

    1. Muchas gracias! De momento vamos a seguir aquí, anda que no quedan santos por ahí… Cualquier cosa me avisas, jeje

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