24 de agosto: San Bartolomé, apóstol

Hoy toca apóstol, así que la base donde hoy nos apoyamos es el estupendo ensayo Los apóstoles y los primeros discípulos de Cristo de Joseph Ratzinger (aka. Benedicto XVI).

Lo mejor es lo que os leyerais lo que dice el papa emérito, separando sabiamente la paja del trigo, pero aquí hemos venido a jugar.

Y como estamos jugando, y así como introducción, voy a hacer una recomendación.

Sé de buena tinta que muchos aquí tenéis suscripción a Netflix. En otras circunstancias os diría: «mal hecho» pero si todavía aguantáis, haceos un favor enorme y ved una serie israelí llamada Stishel (2013).

Vais a tener que leer subtítulos porque únicamente hablan en yiddish pero no pasa nada porque como se cuenta en ESTE artículo «es como si se recitaran salmos continuamente».

Para meternos en faena con San Bartolomé, no se me ha ocurrido una cosa mejor que decir que pongáis en la tele una serie sobre ultraortodoxos. Damos para lo que damos.

TV Time - Shtisel (TVShow Time)
No creáis que únicamente habla de ellos porque, haciéndolo, está hablando de todos nosotros

Y es que San Bartolomé, perfectamente, podría ser parte del elenco de esta serie.

Es un judío que se cree especial y que además es un conformista, que no es lo mismo que estar conforme. Es un tipo cínico que cree que nadie le puede enseñar ya nada y por eso, cuando su amigo Felipe le va a hablar de Jesús replica lo que tantas veces se nos ha escapado a nosotros a propósito de lo que queráis:

«¿Acaso de Nazaret puede salir algo bueno?»

Alcanza mar de Galilea nivel de agua más alto desde 2004
En el lago Tiberíades o mar de Galilea es donde Cristo pesca a sus primeros apóstoles: Bartolomé entre ellos

Con Bartolomé ocurre una cosa curiosa y es que en los evangelios sinópticos (Mateo, Marcos y Lucas) aparece con el nombre de Bartolomé, cuyo prefijo bar nos dice de quién es hijo.

Sin embargo, en el evangelio donde tiene algún momento estelar, como ese primer rechazo a Cristo por su procedencia, San Juan le nombra de manera diferente: Natanael.

Y también dice que es de Caná, donde Jesús realiza su primer milagro. De hecho es a las bodas de Caná donde van ya todos tras el encuentro con Natanael.

«Cuando Jesús vio acercarse a Natanael, dijo:

—Aquí viene un verdadero israelita, en quien no hay engaño.

Natanael le preguntó:

—¿Cómo es que me conoces?

Jesús le respondió:

—Te vi antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera.

Natanael le dijo:

—Maestro, ¡tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel!«

Juan 1, 47-49
Biblia de San Luis (1250). A saber lo que estaría haciendo el bueno de Natanael debajo de la higuera que en cuanto Jesús se lo mienta le suelta que es el Hijo de Dios y rey de Israel. Casi nada al aparato

¿Y ya, eh? Ya no tenemos más noticias de Bartolomé-Natanael en la Biblia.

Comprendemos que estuvo en las apariciones de Cristo resucitado y en su posterior Ascensión pero luego ya hay que recurrir a la tradición para ver por dónde evangelizó.

Nuestro querido Eusebio de Cesarea cuenta que llegó al norte de la India y que allí dejó un evangelio de San Mateo en arameo. Ok, Eusebio, siempre en nuestro equipo.

Luego se hizo régula de Judas Tadeo y ambos fueron a Armenia a darlo todo.

Allí, según una tradición muy antigua, habría convertido al cristianismo al hermano del rey Astiages; llamado Polimio.

A ver, Polimio se convirtió porque según esta tradición San Bartolomé había resucitado a sus hijos y desposeído del demonio a su otra hija. Así cualquiera, Polimio.

La cosa es que al rey Astiages le llevan informes polémicos de lo que anda haciendo Bartolomé por sus dominios:

«Nos está dejando nuestros templos vacíos, eminencia, no para de decir cosas horrendas sobre nuestros dioses y eso es como si lo dijera de usted…» le decían sus consejeros, a los que, claro, se les estaba acabando el negocio.

Archivo:Camilo-martirio de san bartolome-prado.jpg
«Sacrifícame a los ídolos armenios, Bartolomé, o verás lo que te pasa» le dijo el rey Astiages a nuestro santo apóstol. Así que, como se ve en este Martirio de San Bartolomé (1650) de Francisco Camilo, al santo le desollaron vivo

Sus reliquias acabaron en Roma, donde acaban todas las reliquias importantes, luego ya, si eso, se distribuyen por el mundo.

Están en la isla Tiberina, en la iglesia de San Bartolomé, of course.

Las trajo allí, intentando ganarse el favor del papa Benedicto VII, el emperador Otón II en el año 983.

Roma. Iglesia de San Bartolome a la Isla Tiberina. (Chiesa… | Flickr
«Aquí descansa el cuerpo de San Bartolomé, apóstol» dice en latín la entrada de su basílica. Qué campanario medieval más chulo tiene ahí detrás

Y no nos podemos despedir sin un detallito de los que sé que os gustarán. Así que adelante con el bonus-track.

Miguel Ángel, el capolavoro del Renacimiento, mientras pintaba la Capilla Sixtina, no sé por qué, pero se sintió identificado con el apóstol Bartolomé-Natanael.

Quizá fuera por su testarudez y cinismo, de los que hacía gala todos los días.

Por este motivo decide autorretratarse en el Juicio Final. Y lo hace, no como el apóstol, sino, utilizando la iconografía propia del santo, y para sentirse salvado, en la cara de la piel desollada que acompaña siempre en las representaciones a San Bartolomé.

Toma carambola.

Podemos decir, tranquilamente, que San Bartolomé sujeta a Miguel Ángel dentro del Juicio Final que tendrá que acontecer… algún día.

Cuatro claves para comprender la exposición de la Capilla Sixtina de Miguel  Ángel
Cerquita de Cristo triunfante, no os creáis que se puso en un rinconcito Michelangelo Buonarroti…

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