Según una leyenda celta que entronca con la leyenda del Rey Arturo y sus caballeros de la mesa redonda, el mago Merlín, a saber, un druida-chamán con ínfulas, acabó recluido en un árbol bajo un hechizo de sueño realizado por una joven amante de los bosques que se había echado.

Hay quienes sitúan ese árbol en Bretaña, cerca de Rennes, y más cerca aún de la abadía de Paimpoint, donde Margarita de Bretaña, infanta de Navarra y reina consorte de Francia, colocó la reliquia del hueso del radio de San Judicael.

Otras fuentes más oscuras lo colocan en la isla de Bardsey, en el extremo occidental de Gales.

Abadía de Paimpont, en Bretaña. Es el típico sitio apacible, con su pocito y sus sauces, donde luego te enteras que sucedieron cosas
A Pagan Place: The Pagan Sites of Europe Remembered (22): Bardsey Island,  Wales
Isla de Bardsey, ciudad de vacaciones

En esta isla de Bardsey se han encontrado los huesos de más de 20.000 personas. Parecen muchos, ¿verdad?

El tema es que fue un lugar muy concurrido durante toda la Edad Media temprana ya que fue bautizado como lugar de peregrinación para los cristianos de Gran Bretaña a los que les convalidaban una visita a Roma por un rulo a la isla.

¿Esto por qué era así? Porque existía desde tiempos inmemoriales una abadía fundada por San Cafdan, en cuyo cementerio se enterraron por primera vez (que no última) los restos de otros santos como San Dubricius o los de nuestro protagonista de hoy, San Daniel Wyn.

Isla Bardsey
Los fotógrafos del S. XIX se pusieron las botas fotografiando los lugares más impresionantes de la isla de Bardsey
Aquí, en este antiguo cementerio celta (todavía se pueden ver las cruces célticas) estuvo enterrado San Daniel Wyn

Como todo personaje de las islas británicas del S. VI, santo o profano, la vida de Daniel Wyn ha sido muy mitificada.

Tienen esa manía de intentar convertir en superhéroes a sus santos los anglosajones, oye.

Creemos que nació en el año 510. Era hijo de un tal Dinothus, descendiente del mítico rey Urien de Rheged.

Este rey forma parte de la leyenda artúrica como el malo de la película: se casó con la hermana del rey Arturo, Morgana, y la debió tratar bastante malamente por lo que esta (que era hechicera) le boicotea constantemente hasta que finalmente se alía con Arturo.

Un folletín de tercera lo de la familia del rey Arturo y su espada Excalibur.

En fin, que nos liamos. La cosa es que otro rey, Maelgwn de Gwynedd, otorga unas tierras a San Daniel Wyn para que construya un monasterio en Bangor. Y ahí comienza la historia de nuestro santo.

Así de raro escribían (y creo que escriben) en Gales en el S. VI. Ya habréis visto que tiene verdadera devoción por las consonantes por lo que no os recomiendo que intentéis pronunciar correctamente los nombres. Como para no inventarse luego las historias…

Al realizar el monasterio, y como no había otro, Daniel es hecho obispo de Bangor, por lo que es primero que llevará ese nombre.

Esto si es verdad de la buena ya que está documentado que otro santo del que se sabe más, San David de Gales, en el 545 funda este obispado y nombra a Daniel Wyn.

Se conoce que Daniel no era un ser perfectamente dotado y que le costaba mucho todo lo que era el gobierno de lo que fuese pero tenía un don grande: era un taumaturgo extraordinario.

Un taumaturgo, básicamente, es un hombre que es capaz de obrar milagros por intercesión divina.

Las primeras representaciones artísticas cristianas, como esta del Sarcófago Dogmático (340) de los Museos Vaticanos, representan a Cristo como taumaturgo, realizando varios milagros de los evangelios

Eso le da cierto caché a San Daniel Wyn, al que invitan, como no, al Sínodo de Brefi, donde intentan organizar el sindiós que debían ser las diócesis británicas de ese momento.

«¡Qué hay de lo mío!» era la clara consigna de aquel momento.

Debió de hacer muy bien las cosas a pesar de ser corto de entendederas y la gente lo adoraba y no paraba de contar hsitorias: «el obispo Daniel ha hecho que llueva y vaya cosechas que hemos tenido» o «ha curado de peste a una familia de Llandaff» o «ha permitido que las gallinas no paren de poner huevos».

Así atendía a su gente San Daniel Wyn.

Pastoral de los milagros podríamos llamarla.

El meollo de la cuestión en la época se encontraba en la abadía-catedral de Llandaff, que fundará lo que hoy es Cardiff, osea, la capital de Gales. Aquí vivieron San Dubricius, San Cafdan o San David de Gales. Nuestro Daniel Wyn no pisó demasiado la zona: era muy casero

Era tan venerado ya en vida que se le permitió retirarse de ermitaño a la isla de Bardsey hacia el final ya de sus días.

Allí, y gracias a que quiso enterrarse en la abadía que había, convirtió el lugar en un auténtico destino para los peregrinos británicos a los que Roma les venía quedando muy lejos.

En Gales se peregrinaba a Bardsey, y no había más que hablar.

San Daniel Wyn murió el año 585 y hasta años después su cuerpo no fue trasladado hasta su lugar actual: la catedral de la diócesis que fundó, en Bangor.

La Iglesia y el profesor - Apologetica Catolica
Y claro, la catedral de Bangor, se llama de San Daniel
Deiniol Sant Cadeirlan Bangor Cathedral St Deiniol - geograph.org.uk - 593071.jpg

Y de esta guisa te recibe el bueno de San Daniel Wyn cuando entras

Catedral de San David
La verdad es que es un sitio que tiene muy buena pinta: apuntado queda

Quizá pensemos que estos santos regionales o de pasado tan dudoso tengan poco que decirnos pero la fe a los diferentes lugares geográficos siempre llega con un halo de misterio.

No hay forma de que sea de otra manera.

Así que hay que tomarlo o hay que dejarlo.

Indudablemente, pues, hay que subirse al barco.

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