15 de noviembre: San Alberto Magno

Estas fotos del papa emérito Benedicto XVI son de antes de ayer.

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Yo es verle así, con su reloj casio en una muñeca, el de las pulsaciones en la otra, la cruz a cuestas y esa media sonrisa tan característica y es que me vengo arriba

Me hace recordar la JMJ de Colonia, en 2005, cuando un recién elegido Benedicto XVI llegó a su país, Alemania, entre enormes recelos por parte de todo el mundo, incluida parte de la Iglesia, que lo comparaba con su predecesor, San Juan Pablo II, y claro, les parecía soso.

Echando la vista atrás creo que ha sido la mejor Jornada Mundial de la Juventud en la que he estado.

Teníamos el campamento base dispuesto en Aquisgrán, visitamos Colonia y su inmensa catedral (fue el edificio más alto del mundo hasta 1884) y cruzamos Europa en misión apostólica.

Tal y como el antiguo cardenal Ratzinger nos exhortó.

Jamás seré tan joven como esos días.

La catedral de Colonia, una joya gótica
Lo peor de todo es que sales con dolor de cuello. Lo mejor; todo lo demás
Del óleo al cincel: RELICARIO DE LOS TRES REYES MAGOS
Que dentro además esta el relicario de los Tres Reyes Magos, ¿qué más queréis?

No había hecho más que empezar un papado que fue una persecución mediática constante, a la que Benedicto XVI respondía únicamente con discursos antológicos y extraordinarios, junto a encíclicas que ponían las cosas en su justo sitio.

Uno de estos discursos, que exacerbaron a las masas, fue el que realizó en la Universidad de Ratisbona.

En él rememora una conversación entre el emperador bizantino Manuel II Paleólogo, y un musulmán en el año 1391.

Vale la pena.

Manuel II & family. Su vida, en parte, sobre todo la parte de las relaciones con el Islam, explica el mundo de hoy

Porque como todos sabéis, la Edad Media es un periodo oscuro y del que hay que pasar corriendo en pos del admirado Renacimiento.

¿A que sí?

A pesar de todo, y mira que picará, existieron hombres como Albrecht von Bollstädt, entre otras cosas nacido en Colonia y arzobispo de Ratisbona, para que cerremos así el círculo y la conexión alemana.

Todos le conocemos como Alberto Magno, San Alberto Magno.

Vivió durante todo el S. XIII y como vais a ver fue ese claro ejemplo de vida medieval echada a perder.

San Alberto Magno - dominicos
Ojo que San Alberto Magno fue patrón de la JMJ de Colonia. Si es que esta entrada se hace sola…

Químico, musicólogo, filósofo, catedrático, escritor, economista, astrólogo, entomólogo, teólogo, geógrafo, botánico y fraile dominico.

Creo que no me dejó nada por ahí, aunque seguro que sí.

Luego, claro, hay que mirarse en el espejo de Leonardo Da Vinci…

Aquí tenemos un hombre que se convierte, de verdad de la buena, con las homilías del sucesor de Domingo de Guzmán, el beato Jordán de Sajonia.

Fue en Padua, donde estudio lo que se llamaba entonces cultura general: gramática, retórica, dialéctica, aritmética, geometría, astronomía y música.

Hoy a eso le llamamos saberse los afluentes del Tajo.

Padua: la joya olvidada del Véneto
Siempre es bonito volver a Padua. Por supuesto que sí

Y si queréis dejamos sin decir que Santo Tomás de Aquino fue discípulo suyo.

Eso quiere decir que se sabría todo Aristóteles de memoria.

Y que eso vale, para, entre otras cosas, descubrir elementos químicos como el arsénico. O para conocer, sí, allá por el 1250, que la Tierra es esférica.

Así podríamos estar todo el día. Pero no lo vamos a hacer.

Alberto Magno (1472), por Pedro Berruguete. Id a ver los berruguetes del Museo del Prado, por favor os lo digo

Alejandro IV le hizo arzobispo de Ratisbona, que puede sonar chulo pero que en ese momento era un marrón.

Allí estuvo apaciguando la mies alemana, que siempre ha sido protestona.

Ya casi anciano pidió el traslado a su Colonia natal, cosa que le fue concedida.

«Por los servicios prestados, herr Alberto» le soltó el papa Urbano IV.

Murió el 15 de noviembre de 1280 en su celda del austero monasterio de Santa Cruz. Allí descansa, en la hoy iglesia de San Andrés.

El 'Doctor Universal'
Es la típica tumba de un tipo como San Alberto Magno

Hasta 1931 no se le canonizó oficialmente. Y ni eso. Lo que hizo Pío XI fue proclamarle Doctor de la Iglesia.

Y sanseacabó.

Yo ahora me imagino a Benedicto XVI en su celda del convento Mater Ecclesiae, donde hoy vive, y veo a Alberto Magno.

No sé vosotros.

Benedicto XVI: volver a Dios para superar la crisis de los abusos - Vatican  News

Al final es lo de siempre: un hombre que pone toda su vida al servicio de la Iglesia.

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